El futuro ya no es lo que era. Los presagios de Ray Kurzweil, un visionario de la inteligencia artificial (IA), ingeniero e inventor ya no parece que le sigan endilgando que escribe ciencia ficción o una narrativa imaginativa.
En su libro la “Singularidad está cerca” trae a colación a Arthur Schopenhauer “Todo el mundo toma los límites de su propia visión como los límites del mundo”.
La IA se acerca a un punto de inflexión “Cómo la IA transformará el mundo físico” según la publicación realizada el 17 de junio de 2024, en el ( ver The Economist - Los cambios serán particularmente profundos en la energía, la industria manufacturera y la medicina.) , donde alega que superará a la inteligencia humana en todas “las tareas cognitivas y creativas”. No es un futuro lejano, sino una realidad que se acerca a pasos acelerados. Para cuando los pequeños que nacen hoy en día empiecen a dar sus primeros pasos en la escuela, la IA habrá dado un vuelco al mundo material de una forma que apenas podemos concebir nos indica.
"Inteligencia Artificial": ¿estamos todos equivocados?Kurzweil describe tres áreas donde la IA provocará una revolución sin precedentes: energía, fabricación y medicina. La energía solar, gracias a la IA, podría convertirse en una fuente limpia y abundante, liberándonos de la dependencia de los combustibles fósiles. La fabricación de toda clase de productos, impulsada por robots inteligentes y la optimización de los materiales, nos permitirá producir bienes a un costo increíblemente bajo. Y la medicina, transformada por la IA, nos permitirá combatir enfermedades con precisión, previniendo incluso el envejecimiento.
Un nuevo mundo sin límites:
Este escenario es tan fascinante como escéptico. La IA podría revolucionar la vida humana, otorgándonos una esperanza de vida sin precedentes y un acceso a recursos que nunca antes habíamos soñado. Pero también hay preguntas que debemos abordar: ¿Qué sucederá con el trabajo humano cuando la IA automatice la mayoría de las tareas? ¿Cómo nos aseguraremos de que la IA no se convierta en una herramienta para la desigualdad y la opresión?
La IA como catalizador del cambio:
A través de su capacidad para analizar miles de millones de sustancias químicas en simulación, está descubriendo nuevos materiales que podrían transformar la eficiencia y el costo de las tecnologías de energía solar y de almacenamiento. Kurzweil afirma que la IA podría encontrar materiales totalmente óptimos, lo que convertiría la energía solar en una fuente prácticamente gratuita y abundante.
Nos indica que puede evaluar de forma más elevada cuantitativa y cualitativamente las sustancias químicas en simulaciones, impulsando innovaciones en energía fotovoltaica y baterías, con una aceleración inminente.
Hasta noviembre de 2023, los humanos habían descubierto cerca de 20.000 compuestos inorgánicos estables para diversas tecnologías. Luego, Google elevó esta cifra a 421.000 de la noche a la mañana. No obstante, esto apenas araña la superficie de las aplicaciones en ciencia de materiales. Una vez que la inteligencia artificial descubra materiales totalmente idóneos, los megaproyectos fotovoltaicos serán escalables y la energía solar podría volverse prácticamente gratuita.
La IA está comenzando a hacer la medicina más precisa. Antes, los científicos sólo habían descubierto la forma de unas 190,000 proteínas, que son como pequeñas piezas de un rompecabezas en nuestro cuerpo. Pero en 2022, un programa inteligente llamado AlphaFold 2 encontró la forma de más de 200 millones de estas piezas. Esto es súper importante porque ayuda a los investigadores a encontrar nuevas medicinas más rápido y de forma más eficiente.
Es tiempo de prepararse:
Las predicciones de Kurzweil se las puede considerar como un llamado a la acción, ya que con la experiencia de 61 años en la actividad y hoy la IA en el discurso geopolitico, debemos prepararnos para los cambios que se avecinan, trabajando en el desarrollo de una IA ética y responsable. Debemos asegurarnos de que los beneficios de la IA lleguen a todos y que su desarrollo se realice de manera sostenible.
El futuro está en nuestras manos. Depende de nosotros, como sociedad, tomar las decisiones correctas para que la IA sea una fuerza para el bien, y no una amenaza para la humanidad.